La herramienta SEPRAPS, financiada por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), ofrece la funcionalidad necesaria para que las instituciones de gestión de agua registren la actividad relacionada con el diseño, contratación, ejecución y post-construcción de los sistemas de agua potable y saneamiento. La institución seleccionada para su implantación durante las primeras fases es SENASA (Servicio Nacional de Saneamiento Ambiental del gobierno de Paraguay), con quien iCarto trabaja mano a mano en el análisis para trasladar las necesidades y procesos a la herramienta.
Cuál era el problema del proyecto
Durante los últimos 25 años, el BID ha aprobado más de 35 operaciones en el ámbito del agua potable y saneamiento con una inversión que supera los US$ 2.000 millones. Dada la cantidad de programas que financia (con sus correspondientes proyectos y costes asociados), al BID le interesaba que las instituciones que ejecuten los programas dispongan de una herramienta TIC donde puedan ir haciendo el seguimiento de los proyectos. De esta forma, esta herramienta permitiría estandarizar la ejecución de los proyectos definiendo una serie de fases e hitos comunes a cumplir, realizar un control de los tiempos y los costes, y obtener indicadores fiables para presentar resultados.
La idea inicial partió de un proceso de consultoría que el BID realizó sobre SENASA. En ella se detectaron sus problemas y entre sus conclusiones se identificaban qué características debería tener dicha herramienta para ayudar a solucionar alguno de los mismos. Tras evaluar esas necesidades y definir una serie de requisitos, se comenzó un proceso de búsqueda de una empresa que pudiera implementarla. La empresa seleccionada, avalada por su experiencia en la implantación de este tipo de sistemas, en los que se aúna desarrollo de software y fortalecimiento sectorial en el ámbito de la gestión del recurso hídrico, fue iCarto.
Tras una exitosa primera fase, SENASA había introducido en el sistema prácticamente la totalidad de su cartera de proyectos (más de 200), lo que le permitió tenerlos organizados, compartir información entre su personal y conocer el estado en el que se encuentra cada uno. El proyecto se amplió con una segunda fase, actualmente en ejecución, en la que iCarto seguirá profundizando en las metodologías y procedimientos de trabajo de la institución para mejorar la herramienta, con la novedad de incluir a una persona responsable del fortalecimiento sectorial para el acompañamiento diario y para lograr un buen empoderamiento.
Y cómo lo solucionamos
Durante la primera fase, ciñéndonos a las necesidades detectadas tras la consultoría, desarrollamos una aplicación ad-hoc para implantar en SENASA que se sostiene sobre una arquitectura flexible y modular con la idea de poder exportarla a otros contextos. Esta aplicación estructura la información en contratos y proyectos, pudiendo establecer además para cada proyecto su infraestructura principal geolocalizada, quién es su contratista, el prestador del servicio, toda la información de los contactos y contando también con un gestor documental en donde poder almacenar todos los archivos asociados a las diferentes fases. Además, dispone de componentes para poder registrar el avance financiero de los proyectos y también componentes para poder identificar el estado de un proyecto en ese momento.
La aplicación está construida con la tecnología React en su front-end y Django/Python en su back-end, comunicadas ambas por una API REST, lo que permite mantener presente el espíritu de personalización y escalabilidad de cara al futuro.
Con todo lo hecho, se consiguió el objetivo para esa primera fase. que era organizar la información y asentarla sobre algunos procesos básicos para poder realizar las tareas de supervisión y seguimiento, pero sin profundizar en demasiado detalle en cuanto a los datos específicos de cada elemento.
En esta segunda fase, con la metodología de desarrollo ya asimilada por todas las partes, desde iCarto se incorpora una persona encargada específicamente de hacer toda la labor de fortalecimiento sectorial, hasta el momento delegada en consultores del BID. De esta forma, pasamos a trabajar con capacidad completa en los dos pilares sobre los que creemos que se debe asentar la implantación de una herramienta de este tipo: por un lado, evolución tecnológica fase a fase para dar cabida a todas las necesidades y, por otro lado, seguimiento sectorial continuo para identificar esas necesidades y transformarlas en requisitos y funcionalidades concretas, potenciar el uso de la herramienta dentro de la institución y conseguir una relación de trabajo basada en la transparencia y la corresponsabilidad.